BENEFICIOS DEL CULTIVO DE MANZANO

EL CULTIVO DE MANZANAS
La manzana es una de las frutas más beneficiosas para la salud. Tiene importantes cantidades de flavonoides, niacina y sales minerales, así como también fósforo, hierro y potasio y es muy rica en fibras, vitaminas B1, B2.


La manzana resulta muy eficaz en el tratamiento de la diarrea
 ( fundamentalmente si se consume con cáscara), enfermedades respiratorias, cutáneas, reumatismo, obesidad, úlceras gástricas, dolores de cabeza, también ayuda a la digestión, y es muy eficaz para combatir el agotamiento físico y mental; asimismo, ayuda a disolver los cálculos renales y  vesiculares, reduce el colesterol y protege la mucosa gastrointestinal y las cuerdas vocales. La manzana también es efectiva para prevenir trastornos cardiológicos y ayuda en el tratamiento de la anemia.

Como cultivar manzanas
El manzano debe ser plantado en el invierno, cuando las plantas en el vivero alcanzan los 80 cm, fructifica a partir de los 3 años, y su altura varía entre 3 a 5 metros. Hay más de 1500 especies y variedades de manzanas. Algunas de las principales especies que se comercializan actualmente son las variedades Fuji y Gala. 
El Manzano comienza a producir plenamente en el quinto año. Las regiones de clima frío son las que presentan las condiciones climáticas más favorables para la producción de manzanas. El ciclo de crecimiento requiere de unas 800 horas de frío, con temperaturas inferiores a los 7 ° C, lo que permitirá una cosecha de buena calidad. 

Los períodos de bajas temperaturas son fundamentales para que el Manzano "rompa la latencia" y su ciclo de crecimiento evolucione de forma tal de alcanzar plenamente su potencial de producción.

El suelo apropiado para el cultivo del manzano debe ser arcilloso, arenoso, con pH 6 y buena concentración de potasio y fósforo. El área debe estar protegida de vientos fuertes y no puede presentar pendiente pronunciadas (menos del 20%). 

La preparación del terreno debe realizarse a hasta 60 cm de profundidad, con unos tres meses de anticipación al plantío, aplicando carbonato de calcio y magnesio. Finalizado el arado, repetir la aplicación, y 30 días antes de la plantación, incorporar el abono orgánico y mineral. Al realizar la plantación, guardar un espacio de 4 metros entre líneas y de 1,5 metros entre plantas de cada línea.

El manzano se propaga por injerto. Se adquieren en viveros especializados. La temporada de siembra es de junio a agosto, con floraciones entre los meses de septiembre y octubre. 

La poda se realiza cuando cuando los frutos jóvenes alcanzan 1 cm de diámetro, dejando 2 a 3 frutos en los extremos y  1 o 2 en las laterales, quitando las frutas enfermas, débiles, o mal formadas. 

La cosecha debe ser realizada manualmente y comienza a finales de enero, cuando la fruta alcanza su maduración, la que es fácilmente reconocible por su coloración y consistencia del pedúnculo, terminando en los primeros días de mayo, de acuerdo a la especie cultivada
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