LAS PROTEINAS
TEMA 8: PROTEÍNAS.
1.-INTRODUCCIÓN.
El término proteína deriva del griego "proteos" (lo primero, lo principal) y habla de su
gran importancia para los seres vivos. La importancia de las proteínas es, en un primer análisis,
cuantitativa: constituyen el 50% del peso seco de la célula (15% del peso total) por lo que
representan la categoría de biomoléculas más abundante después del agua.
Sin embargo su gran importancia biológica reside, más que en su abundancia en la
materia viva, en el elevado número de funciones biológicas que desempeñan, en su gran
versatilidad funcional y sobre todo en la particular relación que las une con los ácidos nucleicos,
ya que constituyen el vehículo habitual de expresión de la información genética contenida en
éstos últimos.
2.-COMPOSICIÓN DE LAS PROTEÍNAS.
Desde el punto de vista de su composición elemental todas las proteínas contienen
carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, mientras que casi todas contienen además azufre (Cabe
resaltar que en azúcares y lípidos el nitrógeno sólo aparece en algunos de ellos). Hay otros
elementos que aparecen solamente en algunas proteínas (fósforo, cobre, zinc, hierro, etc.).
Las proteínas son biomoléculas de elevado peso molecular (macromoléculas) y presentan
una estructura química compleja. Sin embargo, cuando se someten a hidrólisis ácida, se
descomponen en una serie de compuestos orgánicos sencillos de bajo peso molecular: los α-
aminoácidos. Este rasgo lo comparten las proteínas con otros tipos de macromoléculas: todas
son polímeros complejos formados por la unión de unos pocos monómeros o sillares
estructurales de bajo peso molecular. Existen 20 α-aminoácidos diferentes que forman parte de
las proteínas.
En las moléculas proteicas los sucesivos restos aminoácidos se hallan unidos
covalentemente entre sí formando largos polímeros no ramificados. El tipo de enlace que los une
recibe el nombre de enlace peptídico. Las cadenas de aminoácidos de las proteínas no son
polímeros al azar, de longitud indefinida, cada una de ellas posee una determinada composición
química, un peso molecular y una secuencia ordenada de aminoácidos.
3.-CLASIFICACIÓN DE LAS PROTEÍNAS.
Las proteínas se clasifican en dos clases principales atendiendo a su composición. Las
proteínas simples u holoproteínas son las que están compuestas exclusivamente por
aminoácidos. Las proteínas conjugadas o heteroproteínas son las que están compuestas por
aminoácidos y otra sustancia de naturaleza no proteica que recibe el nombre de grupo prostético.
Las proteínas conjugadas pueden a su vez clasificarse en función de la naturaleza de su grupo
prostético. Así, se habla de glucoproteínas, cuando el grupo prostético es un glúcido,
lipoproteínas cuando es un lípido, metaloproteínas cuando es un ion metálico, fosfoproteínas
cuando es un grupo fosfato, etc.
Otro criterio de clasificación de las proteínas es la forma tridimensional de su molécula.
Las proteínas fibrosasson de forma alargada, generalmente son insolubles en agua y suelen tener
una función estructural, mientras que las proteínas globulares forman arrollamientos compactos
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de forma globular y suelen tener funciones de naturaleza dinámica (catalíticas, de transporte, etc).
4.-TAMAÑO DE LAS MOLÉCULAS PROTEICAS.
Las proteínas presentan tamaños moleculares muy variables (desde unos pocos miles de
daltons a más de un millón) (ver Figura 8.1). Algunas proteínas están formadas por una sola
cadena de aminoácidos, mientras que otras, llamadas proteínas oligoméricas, están formadas por
varias cadenas individuales denominadas protómeros o subunidades. Se ha podido comprobar
que en la mayor parte de los casos las cadenas individuales de aminoácidos presentan pesos
moleculares que oscilan entre los 12.000 y los 36.000 daltons, lo que se corresponde con una
longitud de entre 100 y 300 restos aminoácidos. Sin embargo existen moléculas proteicas más
pequeñas como la insulina (51 aminoácidos y 5.700 daltons) y mucho más grandes como la
apolipoproteína B, una proteína transportadora de colesterol, con 4.536 aminoácidos y 513.000
daltons, que representa la cadena individual de aminoácidos más grande conocida hasta la fecha.
Las proteínas de mayor tamaño están formadas invariablemente por varias cadenas de
aminoácidos.
5.-AMINOÁCIDOS: LOS SILLARES ESTRUCTURALES.
5.1.-CONCEPTO.
Los aminoácidos son compuestos orgánicos que poseen un grupo carboxilo y un grupo
amino. Pueden ser α, β, γ, δ....aminoácidos, según el grupo amino esté unido respectivamente al
primero, segundo, tercero, cuarto... átomo de carbono contando a partir del átomo de carbono del
grupo carboxilo. En la naturaleza existen distintos tipos de aminoácidos que desempeñan
diferentes funciones, sin embargo, los aminoácidos que forman parte de las proteínas son todos
ellos α-aminoácidos.
Existen 20 α-aminoácidos diferentes que forman parte de las proteínas. Todos ellos tienen
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una parte de su molécula en común (formada por el átomo de carbono α unido a los grupos amino
y carboxilo) y difieren entre sí en la naturaleza de la cadena lateral (habitualmente llamada grupo
R). En la Figura 8.2 aparece la fórmula estructural de un α-aminoácido; en ella "R" representa la
cadena lateral que difiere entre los distintos aminoácidos.
5.2.-ESTEREOISOMERÍA DE LOS AMINOÁCIDOS.
Los α-aminoácidos son compuestos quirales. En todos ellos, con la única excepción de la
glicocola, el átomo de carbono α (el contiguo al grupo carboxilo) es un carbono asimétrico, es
decir, un átomo de carbono unido a cuatro sustituyentes distintos. Debido a esta circunstancia,
cada α-aminoácido puede existir en dos formas estereoisómeras cada una de ellas con una
diferente ordenación espacial de los cuatro sustituyentes que rodean, en disposición tetraédrica, al
carbono α (Figura 8.3). Estas dos formas estereoisómeras son además enantiómeros (imágenes
especulares no superponibles una de la otra). La nomenclatura de las formas estereoisómeras de
los α-aminoácidos se establece por convenio relacionando sus fórmulas en proyección de Fisher
con la de un compuesto de referencia que es el gliceraldehido. Así, la forma D de un α-
aminoácido es la que, en la fórmula en proyección de Fisher, tiene el grupo amino hacia la
derecha (por analogía con el grupo hidroxilo del D-gliceraldehido), mientras que la forma L es la
que lo tiene hacia la izquierda (ver Figura 8.3). Aunque existen en la naturaleza aminoácidos con
configuración D que desempeñan diferentes funciones en las células, todos los aminoácidos
presentes en las proteínas presentan configuración L.
Los α-aminoácidos, como todos los compuestos quirales, presentan actividad óptica, es
decir, hacen girar en uno u otro sentido el plano de vibración de la luz polarizada. Así, algunos
α-aminoácidos en disolución hacen girar dicho plano de vibración hacia la derecha, y se dice que
son dextrógiros(+), mientras que otros lo hacen hacia la izquierda, y se dice que son levógiros(-
). El carácter dextrógiro o levógiro de un α-aminoácido es independiente de la configuración D o
L que presente.
5.3.-COMPORTAMIENTO ÁCIDO-BASE.
Los aminoácidos son compuestos sólidos, cristalinos, que presentan un punto de fusión y
una solubilidad en agua muy superiores a lo que cabría esperar dado su peso molecular. Ello se
debe a que los aminoácidos existen en disolución, y cristalizan a partir de las disoluciones, en
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forma de iones dipolares (Figura 8.4). A pH neutro el grupo carboxilo cede un protón y queda
cargado negativamente y el grupo amino capta un protón y queda cargado positivamente. Así, los
aminoácidos pueden comportarse como ácidos o como bases según el pH del medio; se dice que
son sustancias anfóteras. Existe un valor de pH llamado punto isoeléctrico (pI) para el cual el
aminoácido está compensado eléctricamente (carga neta = 0).
Las curvas de titulación de los aminoácidos son más complejas que las de los pares
conjugados ácido-base
corrientes. Esto se debe a que
cada aminoácido posee dos
grupos funcionales capaces
de aceptar o ceder protones
(amino y carboxilo), cada uno
de los cuales tiene su propio
pK y comportamiento ácidobase
característico. Por otra
parte, algunos aminoácidos
presentan cadenas laterales (R) con grupos funcionales que son potenciales dadores o aceptores
de protones, y que por lo tanto también influyen de manera determinante en sus propiedades
ácido-base.
El comportamiento ácido-base de los aminoácidos reviste una gran importancia biológica,
ya que influye a su vez en las propiedades de las proteínas de las que forman parte. Además, las
técnicas para separar y analizar los aminoácidos componentes de una proteína se basan en gran
medida en su comportamiento ácido-base.
5.4.-CLASIFICACIÓN DE LOS AMINOÁCIDOS.
Existen distintos criterios para clasificar los α-aminoácidos de las proteínas. Sin embargo,
el más utilizado, dada su relación con la determinación de la estructura tridimensional de las
mismas, es el que se basa en la naturaleza polar o no polar, con carga eléctrica o sin ella de su
cadena lateral o grupo R. Así se distinguen:
a) Aminoácidos con grupo R no polar (alifáticos y aromáticos).
b) Aminoácidos con grupo R polar sin carga .
c) Aminoácidos con grupo R con carga positiva.
d) Aminoácidos con grupo R con carga negativa.
En la Tabla 8.1 se representan las fórmulas estructurales de los 20 α-aminoácidos
presentes en las proteínas en las formas iónicas en las que aparecen a pH fisiológico. Todos los α-
aminoácidos tienen, además de sus nombres sistemáticos, nombres simplificados apropiados para
su uso común, que, en algunos casos, provienen de la fuente biológica de la cual fueron aislados
inicialmente; así, la asparagina se encontró por primera vez en el espárrago, el ácido glutámico
se aisló del gluten de trigo, la tirosina fue identificada en el queso (del griego tyros = queso), y la
glicocola debe su nombre a su sabor dulce (del griego glycos = dulce).
Además de los 20 α-aminoácidos que son comunes a todas las proteínas existen en
algunas de ellas otros aminoácidos, denominados aminoácidos no estándar. Todos ellos derivan
de alguno de los 20 aminoácidos estándar través de transformaciones químicas sencillas que se
operan una vez el aminoácido de origen ha sido incorporado a la proteína. Entre ellos cabe citar
la hidroxiprolina, la N-metil-lisina y la desmosina.
Por otra parte, se han encontrado en las células vivas alrededor de otros 300 aminoácidos
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que desempeñan diferentes funciones pero que no forman parte de las proteínas. Algunos de ellos
presentan configuración D y no todos son α-aminoácidos.
6.-EL ENLACE PEPTÍDICO. LOS PÉPTIDOS.
Los aminoácidos se enlazan para formar proteínas mediante enlace peptídico. Los
péptidos son compuestos formados por la unión de aminoácidos mediante enlace peptídico. El
enlace peptídico es una unión covalente tipo amida sustituida que se da al reaccionar el grupo
amino de un aminoácido con el grupo carboxilo de otro aminoácido con desprendimiento de una
molécula de agua (Figura 8.5)
Cuando dos aminoácidos reaccionan para formar un enlace peptídico el compuesto
resultante recibe el nombre de dipéptido. Por ser el enlace peptídico una unión "cabeza-cola"
(grupo amino con grupo carboxilo) un dipéptido conserva siempre un grupo amino libre, que
puede reaccionar con el grupo carboxilo de otro aminoácido, y un grupo carboxilo libre, que
puede reaccionar con el grupo amino de otro aminoácido. Esta circunstancia permite que
mediante enlaces peptídicos se puedan enlazar un número elevado de aminoácidos formando
largas cadenas que siempre tendrán en un extremo un grupo amino libre (extremo amino
terminal) y en el otro un grupo carboxilo libre (extremo carboxi-terminal).
Los péptidos se clasifican según el número de restos de aminoácidos que los forman. Así
los péptidos formados por 2, 3, 4,.... aminoácidos se denominan respectivamente dipéptidos,
tripéptidos, tetrapéptidos... En general cuando el número de aminoácidos implicados es menor o
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igual a 10 decimos que se trata de un oligopéptido, cuando es mayor que 10 decimos que se trata
de un polipéptido. Es también frecuente el uso del la expresión cadena polipeptídica en lugar
de polipéptido. Cuando una cadena polipeptídica tiene más de 100 restos de aminoácidos (es un
límite arbitrario y que no hay que tomar al pie de la letra) decimos que se trata de una proteína.
Sin embargo hay que tener en cuenta que existen proteínas, llamadas oligoméricas, que están
formadas por varias cadenas polipeptídicas, por lo que los términos cadena polipeptídica y
proteína no pueden considerarse sinónimos en todos los
casos.
Aunque en los sucesivo nos ocuparemos fundamentalmente de proteínas formadas por
centenares de residuos de aminoácidos, es conveniente resaltar que algunos péptidos cortos
presentan actividades biológicas importantes. Entre ellos cabe citar algunas hormonas como la
oxitocina (nueve residuos aminoácidos), que estimula las contracciones del útero durante el
parto, o la bradiquinina (nueve residuos), que inhibe la inflamación de los tejidos. También son
dignas de mención las encefalinas, péptidos cortos sintetizados en el sistema nervioso central que
actúan sobre el cerebro produciendo analgesia (eliminación del dolor). Los venenos
extremadamente tóxicos producidos por algunas setas como Amanita phaloides también son
péptidos, al igual que muchos antibióticos.
7.-PROTEÍNAS: CONFORMACIÓN TRIDIMENSIONAL.
Las proteínas, como ya se dijo anteriormente, no son polímeros al azar de longitud
indefinida, sino que cada una de ellas tiene una determinada composición en aminoácidos y estos
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están ordenados en una determinada secuencia. Hay que añadir a ello que en las células vivas las
cadenas polipeptídicas de las proteínas no se encuentran extendidas ni plegadas al azar adoptando
estructuras caprichosas o variables, sino que cada una de ellas se encuentra plegada de un modo
característico, que es igual para todas las moléculas de una misma proteína, y que recibe el
nombre de estructura o conformación tridimensional nativa de la proteína. Una clara
evidencia en favor de esta idea la constituye el hecho de que las proteínas puedan cristalizar, ya
que la disposición ordenada de la materia cristalina sólo es posible cuando las unidades
moleculares individuales que componen el cristal son idénticas. Desde que en 1926 James
Sumner consiguió obtener cristales del enzima ureasa, centenares de proteínas han sido obtenidas
en estado cristalino.
El plegamiento de una cadena polipeptídica se realiza mediante rotaciones de los enlaces
simples del esqueleto. En principio, los sustituyentes de los átomos que se encuentran a ambos
lados de un enlace simple pueden adoptar infinitas posiciones (conformaciones) mediante
simples rotaciones de dicho enlace. Dado que el esqueleto de una cadena polipeptídica consta de
centenares de enlaces simples, cabría esperar que dicha cadena pudiera adoptar un número
elevadísimo de conformaciones diferentes. Sin embargo, existen una serie de restricciones a la
libertad de giro de estos enlaces (la mayoría de ellas derivadas de la interacción de la cadena
polipeptídica con las moléculas de agua que la rodean) las cuales determinan que sólo sea posible
una conformación tridimensional estable.
La conformación tridimensional de una proteína es un hecho biológico de una gran
complejidad: existen distintos niveles de plegamiento que se superponen unos a otros. Debido a
ello, para sistematizar el conocimiento acerca de este fenómeno, se establecen una serie de
niveles dentro de la estructura de la proteína que se conocen como estructuras primaria,
secundaria, terciaria y cuaternaria (Figura 8.6). Los continuos avances en la comprensión de la
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estructura y el plegamiento de las proteínas han hecho necesaria en los últimos años la definición
de dos niveles estructurales adicionales: la estructura supersecundaria y el dominio.
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